Buenas hace días no escribía
quizás porque estuve en otras ocupaciones, sin embargo escribir me apasiona y
por ende nuevamente tomaré mi hábito de escritura sobre temas importantes.
Hoy hablaré de la puntualidad y
me enfocaré en este tema porque quien me inspiró fue un niño desconocido que me
encontré en días pasados por la calle, que iba con su madre camino a la escuela
y por lo que observé la mamá se detuvo un rato a conversar por teléfono y el
niño la tomo de su vestido y le dijo “mami no dure, porque no quiero llegar
tarde a clases” y la respuesta de la madre fue “ay tranquilo espere, puedes
llegar unos minutos tarde”.
Un ejemplo que me marcó por dos
grandes acontecimientos el primero sentir la frustración de ese niño quizás con
la emoción de ser “puntual” en su aula y segundo las respuestas que genera uno
como adulto donde quizás por un instante de tecnología (potencial consumible
que nos resta calidad de tiempo) podemos dar una respuesta que el niño no
espera y que quizás también con el tiempo se puede convertir en eso “no es
importante ser puntual”
Creo que a todos no nos gusta
esperar en ocasiones más de lo prudencial, pero también si damos puntualidad
creo que todos podemos generar eso un hábito de inculcar la puntualidad en
nuestras vidas y no sólo me refiero a la puntualidad que nos marca un reloj, me
refiero a todo ser puntual en mis deberes, mis tareas, mis metas, mis
proyectos, mi familia, etc.
Cuando cada día aprendemos a ser
puntuales esta se nos va generando una obligación con esmero.
No seamos resignados con una
frase muy trillada “los ticos somos impuntuales”; seamos más bien originales y
seamos puntuales.
Si tomas un compromiso el que
sea, compartir en familia, una reunión, entregar un documento, el ingreso a
nuestro trabajo, etc, haz todo puntual que sea tu gran reto y compromiso ser
puntual con lo que te propones, cierro con esta frase:
“Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los
demás la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas
dignas de confianza.”
Si tú que lees este artículo y
sos padre o madre de familia tengamos la responsabilidad de enseñar con el
ejemplo de la puntualidad a nuestros hijos e hijas.
Feliz tarde.
Escrito por la
Licda.Angie Ramírez Loría
Psicóloga.
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